"Vuela, vuela alto, extiende tus alas a la libertad y cuando estés volando en el cielo... recuérdame, que en ese instante voltearé la mirada al cielo y te veré ahí... tan libre, tan feliz."
No puedo evitar escribir esta entrada, en mi ser se albergan sentimientos encontrados, pero hoy más que nunca se que me encuentro en duelo, un duelo que será difícil de recorrer, si hago una analogía de mi situación hoy en día con el crecimiento de un ave, apenas estoy saliendo del cascarón, pero tengo la certeza de que... ¡Quiero aprender a volar!
El duelo, es esa situación psicológica y sentimental por la que todas los seres humanos vivimos después de la pérdida de una persona querida, esta pérdida no siempre tiene que ser eterna, como por ejemplo la muerte, sino también existe esa pérdida por ejemplo del alejamiento de un amigo, el término de una relación o el anhelo de lo que nuestra vida era, antes de que esa persona llegara a cambiarla.
Mucho tiempo estuve atada, atada a un sentimiento del que no me daba cuenta estaba lastimando a mis amigos, a mi familia y que poco a poco acababa con mi energía, con mis sueños, pero a pesar de que sabía el daño que me hacía, seguía ahí con la ligera esperanza de que todo cambiara, por que siempre pensé y me hicieron creer, que era feliz.
Este duelo, es por mí, por que en mi interior quiero enterrar esa tristeza que disfrazaba con una sonrisa, siempre con un buen gesto, con una caricia, necesito y QUIERO enterrar a esa personita que ame como a nadie, pero que mi amor idealizó como perfecto.
Ayer aprendí que puedo volver a sonreír, que tengo derecho a vivir, a creer, por el momento necesito vivir mi duelo y probablemente una lágrima rodará por mi mejilla y no de dolor, sino de recuerdo,pero mañana... mañana saldrá el sol y extenderé mis alas a favor del viento.